Carlita, una pequeña de 4 años diagnosticada con metástasis, un día soñó con convertirse en una princesa de Disney; utilizar un largo vestido, una gran corona y vivir en un enorme castillo.
Gracias a todas las manos amigas que se unieron, Carlita cumplió su sueño. Voló desde Guayaquil a Quito, para llegar a su castillo encantado: La Escuela Granja, donde la recibieron para una sesión de spa, proporcionada por Julieta Coqueta. Una vez que terminó su spa, Carlita se puso un vestido brillante como una verdadera princesa de Disney y llegó hasta su última parada del día en Mr. Joy, donde disfrutó de una tarde llena de juegos, diversión y muchos amigos nuevos.
Carlita se convirtió en una princesa salida de un cuento de hadas, y esto es algo que ni ella ni su familia olvidarán fácilmente.